Su casa siempre olía muy bien, pero nadie sabía el por qué. Acá te decimos el truco.

¿Sabes que son los compuestos orgánicos volátiles? Son compuestos sintéticos nocivos para la salud. Entre ellos encontramos el tolueno, el formaldehído, el benceno, el éter de glicol, y otros tantos.

A simple vista, nos damos cuenta de que cuanto más lejos nos encontremos de estas sustancias, más seguros vamos a estar; pero lo cierto es que estos compuestos sintéticos y dañinos se encuentran en muchos de los aromatizantes caseros que compramos en cualquier comercio. Incluso los aparentemente inofensivos sahumerios contienen algunas de estas sustancias.

Los difusores de aceites esenciales cumplen con el fin de diseminar el aroma de sus aceites en un ambiente para eliminar malos olores, algo que influye directamente en el buen humor de las personas que se encuentran dentro.

También encontramos difusores eléctricos que de igual manera se suman a los que se queman, porque todos desprenden por medio de la combustión estos perfumes artificiales que contienen estas partículas.

Pero claro… a todas las mujeres nos gusta que después de esforzarnos por mantener una casa ordenada e impecable, merecemos como recompensa que también huela bien. ¿Cómo lograrlo si tenemos que deshacernos de los perfumes de ambientes comerciales?

Podemos realizar nuestros propios desodorantes de ambiente caseros, naturales, económicos y por sobre todas las cosas, inofensivos para la salud.

Un ambiente que huele bien influye sobre el buen humor de sus ocupantes, despierta la inspiración y brinda una sensación de confort.

¿Y si los aromas tuvieran poderes insospechados?

En Japón, algunos investigadores aseguran que los aromas tienen el poder de modificar nuestro comportamiento. Algunos experimentos se pusieron en práctica en grandes empresas japonesas. Por la mañana, los sistemas electrónicos regulan la difusión de aromas cítricos que tienen un efecto dinamizador y estimulante.

A media mañana y a media tarde, lo mejor son los aromas florales porque propician la concentración. Durante el almuerzo y al final del día, se priorizan los aromas amaderados, los famosos “aromas del bosque”, porque esto disminuye el cansancio, facilita la distensión y combate el estrés.

Aparentemente, estos aromas harían que los empleados sean más eficientes en sus trabajos.

Los aromas cítricos, de menta o de jazmín, tienen un efecto positivo sobre el cerebro, al mismo tiempo que la lavanda reduce el estrés y el de la manzanilla, favorece la distensión.

Otros tres estudios realizados en la Universidad de Mie, dan cuenta de la eficacia de los aromas en el tratamiento de ciertas patologías.

¿Qué opinas al respecto?

Mientras, podrías empezar por poner a prueba tu creatividad. ¿Cómo? Vamos a darte varias pistas para que puedas elaborar distintos perfumes para ambientes que serán la base de todo lo que quieras agregarles, y así darles un toque personalizado.

1) Aromatizante puercoespín.

No, no se trata de utilizar ningún animal. Sino que este aromatizante simple y casero, requiere el uso de clavos de olor y después de realizado, se asemeja a un puercoespín.

Es uno de los aromatizantes caseros más sencillos que puedas encontrar. Simplemente toma una naranja o cualquier otro cítrico y clava en la cáscara tantos clavos de olor como desees. Cuantos más clavos de olor tenga la fruta, más intenso será el aroma.

Puedes simplemente introducirlos de manera azarosa o puedes realizar algún diseño para que queden más decorativos.

Colocados en un recipiente al que también puedes agregar pétalos de flores, hojas de menta, u otras hierbas aromáticas.

2) Aromatizante de jengibre.

Si quieres utilizar los recipientes que ya tienes, puedes preparar un desodorante de ambientes natural mezclando los siguientes ingredientes:

– Cáscaras de 2 naranjas.

– 1 trozo pequeño de jengibre cortado en rodajas o picado (también puede ser 1 cucharadita de jengibre en polvo).

– 1 cucharada de extracto de almendra.

Mezclar todos estos ingredientes y agregar un vaso de agua. Deja macerar durante un par de horas y luego puedes colocar en un recipiente que luego ubicarás sobre una vela para que genere calor. Recuerda que, a mayor calor, myor intensidad de aroma.

3) Bolsitas popurrí.

Para preparar estas bolsitas popurrí necesitarás una tela fina como la seda o la muselina.

Corta trozos de tela y prepara bolsitas en donde mezclarás distintos productos como pétalos de flores, menta, romero, albahaca, clavo de olor, maderas, especias y todo lo que se te ocurra.

Ata con una cinta los extremos de la tela para no perder ninguno de tus productos aromáticos y coloca estas bolsitas en los cajones de la ropa, en el placard, en el baño, en los distintos ambientes e incluso en el auto.

4) Bicarbonato de sodio.

El bicarbonato de sodio en sí mismo, no ofrece un aroma para destacar, pero sí puede servir como difusor si le agregamos aceites esenciales.

Toma un frasco y realiza algunos agujeros en la tapa. Coloca dentro del frasco ¼ de bicarbonato de sodio y agrégale 10 gotas de tu aceite esencial de preferencia. Tapa del frasco y colócalo en el ambiente que quieras aromatizar.

5) Aromatizante de arena.

En un recipiente hondo coloca una parte de bicarbonato de sodio y dos partes de arena. Mezcla bien ambos ingredientes y coloca por encima cáscaras de cítricos, ramitas de canela, pétalos de flores (rosas y jazmines, son las más recomendadas), al igual que distintas hierbas aromáticas.

Un aromatizante ideal para colocar debajo de las camas.

Otros consejos útiles.

El refrigerador es un lugar en donde muchas veces se acumulan los malos olores. Más allá de la limpieza que debemos hacer de manera regular para eliminar restos de comida en mal estado y garantizar el buen funcionamiento del refrigerador, podemos ayudar a combatir estos olores desagradables.

Está claro que no podemos introducir difusores con desodorantes en un lugar donde conservamos los alimentos, pero sí podemos utilizar algunos trucos para evitar que los malos olores se acumulen.

Estas ideas te servirán puntualmente para absorber los olores desagradables.

– Coloca en algún lugar del refrigerador en donde no estorbe ni se caiga, un recipiente con bicarbonato de sodio.

– Coloca una taza con una parte de agua y una parte de vinagre blanco.

– Coloca un recipiente con copos de avena.

– Sobre un plato o una bandeja, coloca un trozo grande de carbón. Puedes volver a utilizarlo si lo colocas en el horno durante 20 minutos a 180°.

– Esparce sobre una bandeja el equivalente a una taza, café seco y molido.

– Los limones con clavos de olor son una buena alternativa para eliminar los olores del refrigerador.

– Toma papel de diario y realiza varios bollos que distribuirás en los distintos estantes.

– El pan duro que ibas a tirar, puedes darle un último uso dejándolo dentro del refrigerador para que absorba los malos olores.

Todos estos métodos caseros deben descartarse luego de unos días y cambiarse por otros nuevos, a excepción del carbón que puede reutilizarse.

Excelentes métodos caseros para evitar entrar en contacto con sustancias nocivas y al mismo tiempo perfumar nuestros ambientes con aromas naturales y frescos.

¿A quién se los vas a recomendar?

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