La culebrilla: ¿qué es y cómo se manifiesta?

La culebrilla es una enfermedad vírica que se manifiesta como un sarpullido doloroso en la piel. Es causada por el virus del herpes zóster, el mismo virus que causa el herpes labial o la varicela. Aunque la culebrilla es incómoda, no es grave y suele mejorar por sí sola en unas pocas semanas.

Una vez que hayas tenido varicela, el virus zóster se mantiene en los tejidos nerviosos del cuerpo. En realidad, este nunca desaparece. Simplemente está inactivo, el problema es que puede reactivarse después de cierto tiempo y es en esa reactivación el instante en que se da la culebrilla.

El riesgo de culebrilla

La culebrilla es una enfermedad viral que se transmite por contacto directo con la piel o las secreciones de una persona infectada. La enfermedad se caracteriza por la aparición de erupciones cutáneas en forma de líneas o manchas rojas, que pueden ser muy dolorosas. Aunque la culebrilla no suele ser grave, puede causar complicaciones en algunos casos.

Síntomas de la culebrilla

Los síntomas de la culebrilla suelen aparecer de 2 a 3 días después de que una persona se ha infectado con el virus VZV. Los primeros síntomas pueden ser fiebre, dolor de cabeza y sensibilidad en la piel. A continuación, aparecen erupciones en forma de líneas o cintas rojas o violetas en un lado del cuerpo o la cara. Estas erupciones comienzan como pequeños puntos que se agrupan y forman líneas. La erupción generalmente no cubre todo el cuerpo y suele afectar más al rostro, cuello y brazos.

¿La culebrilla tiene cura?

La culebrilla es una enfermedad muy incómoda que causa dolor y picazón. Aunque no es peligrosa, puede ser muy molesta. ¡Afortunadamente, la culebrilla tiene cura!

Si bien es cierto que todavía no existe un tratamiento para prevenir la aparición de la culebrilla, sí existen diversos medicamentos que pueden ayudar a aliviar los síntomas y acelerar la recuperación. Algunos de estos tratamientos incluyen:

-Antivirales: estos medicamentos ayudan a aliviar el dolor y picazón causados por la inflamación del virus.
-Corticosteroides: estos fármacos son antiinflamatorios y ayudan a reducir el edema (hinchazón) y el enrojecimiento de la piel.
-Anestésicos tópicos: estas cremas o lociones se utilizan para aliviar el dolor localizado de la piel afectada.

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